Identificar, de manera segura y con respaldo legal, a quienes firmen contratos y acuerdos de manera no presencial, es una de las mayores preocupaciones de las entidades vinculadas a los servicios financieros. La criticidad de los datos que administran, y las regulaciones estrictas a las que son sometidas, les obliga a contar con mecanismos que les ayuden a protegerse -y a sus clientes- de fraudes y suplantaciones de identidad.
Reducir los procesos presenciales de firma de documentos es fundamental para optimizar los recursos de las empresas. Más allá de ahorrar tiempo y dinero, la gestión digital de documentos es indispensable en la actualidad para concretar un sinnúmero de trámites administrativos que requieren ser resueltos con rapidez para asegurar la continuidad operativa de los negocios.
La transformación digital de los procesos es una tendencia que toma fuerza en América Latina. Esta digitalización, acelerada por los cambios que están demandando las administraciones tributarias en la región, abarca un amplio espectro de tareas propias de cada compañía, y uno de los elementos centrales tiene que ver con los procesos de firma de documentos. Perú no está ajeno a esta tendencia, y la firma digital es un mecanismo ampliamente utilizado en el país para simplificar los trámites que requieren ser visados por los participantes de un convenio.