Debido al mandato de facturación electrónica que está siendo implementado actualmente en Argentina, las pequeñas y medianas empresas (pymes) deben o próximamente tendrán que usar un documento específico a la hora de facturar a grandes compañías.
Las empresas clasificadas como pymes (o MiPyMEs) por la autoridad fiscal argentina, AFIP, están obligadas a usar las Facturas de Crédito Electrónicas (FCE), un nuevo tipo de factura electrónica que les ofrece la opción de agilizar su liquidez al vender sus facturas de crédito a instituciones financieras.
El nuevo mandato de facturación electrónica está siendo implementado ahora en Argentina
El mandato comenzó a ser implementado por la industria el 1 de mayo y finalizará el proceso el 1 de octubre. Así como el nuevo tipo de factura es obligatorio para las transacciones entre pymes y grandes compañías, su uso es opcional cuando se trata de negocios entre las micro, pequeñas o medianas empresas. Este tipo de factura permite que las organizaciones más pequeñas elijan entre esperar al cobro por parte de la empresa grande o transferir la factura a una cuenta comitente registrada en la caja de valores para su descuento y cobro por adelantado.
Las grandes empresas que reciben este nuevo tipo de factura tienen 30 días para aceptarla o rechazarla, o pueden escoger que se acepte por defecto. La transmisión de la factura se produce completamente a través de AFIP, quien regula y controla el proceso de facturación e informa a los participantes del estado de cada factura.
Las pymes pueden emitir sus facturas manualmente a través del sitio web de AFIP o pueden aprovechar soluciones como la de Sovos para automatizar el proceso usando el Web Service publicado por AFIP.
Un cambio que busca impulsar las opciones financieras para las pymes
El mandato está provocando que tanto las pequeñas como grandes empresas reaccionen al garantizar que sus sistemas y procesos cumplan con la normativa. Las compañías más pequeñas deben ser capaces de generar una FCE al hacer negocios con una empresa grande y las grandes organizaciones necesitan una solución que les permitirá cumplir con el mandato y recibir, aceptar o rechazar las facturas FCE que reciben de socios comerciales más pequeños.
Esta es una enorme oportunidad para que las pymes mejoren su financiamiento. Al usar las FCE, serán capaces de reducir el tiempo promedio que les toma cobrar una factura, lo cual podría resultar crítico para sus operaciones y solvencia.