Los retos de la facturación electrónica en Latinoamérica, a pesar de que nuestra región ha sido pionera en su implementación y es lejos la más madura en la adopción de esta herramienta, siguen creciendo.
¿Las razones? Tienen que ver, principalmente, con el dinamismo regulatorio impulsado por los gobiernos, que cada vez son más exhaustivos en sus intentos por cerrar las brechas fiscales, y a que cada país impone sus propias normativas, lo que transforma el cumplimiento en un desafío más pesadillesco aún que los de la serie El Juego del Calamar, especialmente para las multinacionales.
Reto 1: Cambios normativos, una realidad permanente
“Las empresas con presencia en más de una jurisdicción deben lidiar no solo con distintos proveedores, problemáticas, proyectos, operaciones y desarrollos tecnológicos, lo que complejiza y pone en riesgo la estabilidad de sus operaciones. Además deben adaptarse a los distintos cambios normativos locales para estar al día con el cumplimiento fiscal en un escenario en permanente evolución”, explicó el director de Productos de Factura Electrónica de Sovos Latinoamérica, Fernando Parcerisas, durante un conversatorio en torno a la factura electrónica en la región.
Para aliviar la carga de adoptar una normativa tras otra, las autoridades tributarias de la región suelen mandatar una implementación gradual en las compañías, iniciativa que forma parte de algunas buenas prácticas fundamentales en este ámbito.
Buenas prácticas
- Implementación gradual: una vez publicada una resolución, se otorga un plazo de implementación por etapas, lo que asegura una transición ordenada, comenzando con grandes contribuyentes y expandiéndose a medianos y pequeños”, explicó Andrés Landerretche, Director, Regulatory Analysis and Design de Sovos Latinoamérica.
- Colaboración público-privada: Las autoridades fiscales quieren mejorar la transparencia, la eficiencia, la seguridad y la recaudación fiscal y reducir el riesgo. En ese esfuerzo los gobiernos van dictando ciertas normativas que van perfeccionando este sistema”, añadió el experto.
- Capacitación de los equipos: la capacitación frente a cualquier nueva regulación es clave, y en esta tarea los gobiernos suelen colaborar mucho. En el caso de Colombia, por ejemplo, hay una estrecha relación con la DIAN para obtener la información necesaria para poner en movimiento todo aquello que conlleva una normativa nueva”, dice Andrés Landerretche.
Reto 2: de la normativa a la tecnología
Uno de los diferenciadores de Sovos es la comprensión del impacto de cada regulación en los sistemas empresariales. Para estar un paso adelante existe un equipo de más de 100 expertos regulatorios en todo el mundo, que monitorean permanentemente cualquier nuevo cambio normativo.
Estos expertos traspasan a los equipos técnicos y de producto de Sovos la información necesaria para que se realice con tiempo cualquier adaptación en las soluciones, y las compañías que las utilizan cumplan en tiempo y forma.
Movimiento perpetuo, y cómo enfrentarlo con Sovos
Como ya comentamos, Latinoamérica es reconocido como el continente con mayor madurez en la tecnología de factura electrónica y probablemente el que más cambios normativos ha enfrentado hasta la fecha (aunque hoy Europa y Asia Pacífico le siguen los pasos). Y el movimiento no tiene intenciones de detenerse. Nuevos países se están sumando al modelo de facturación, como República Dominicana, un ejemplo reciente.
- Son varios los factores que transforman a Sovos en la mejor alternativa en el área de la facturación electrónica:
- Más de 25 años de experiencia en Latinoamérica, en distintas verticales y países, lo que le permite respaldar a clientes regionales.
- Combinación de tecnología de vanguardia, conocimiento normativo y una red global de especialistas.
- Actúa como intermediario acreditado en países como México y Perú, validando facturas en nombre de los gobiernos, lo que subraya su confiabilidad.
- Equipos técnicos con extensa experiencia en implementaciones.
- Presencia global
“Adicionalmente, nuestra experiencia se traduce en nuestros productos, y estos forman parte de un concepto que llamamos “Sovos Compliance Network”, que asegura una operación tecnológica funcional y un cumplimiento sin fricciones B2B, B2C, o B2G, con un modelo resiliente y escalable, una fuerte inversión en nuevas tecnologías y seguridad. Esto nos hace únicos”, finaliza Fernando Parcerisas.
Si quieres ver el conversatorio completo pincha acá, y si quieres estar al día en los cambios regulatorios de la región, haz clic aquí.