El ciberdelito se ha convertido en una amenaza continua. Desde archivos maliciosos que instalan virus en los computadores, hasta mensajes con links (phishing) que capturan y roban información desde dispositivos móviles, las diferentes formas de vulnerar la seguridad de la información que se utilizan en los procesos digitales es un desafío que personas naturales y empresas deben enfrentar cada día.
Este riesgo creciente se traduce en que las entidades bancarias, que intercambian información sensible a diario, deban aplicar mayores y mejores métodos para proteger a sus clientes, los datos que ellos comparten y las transacciones que realizan online.
Todas las compañías que cuentan con procesos de negocios digitales deben no solo invertir en hacer más eficientes y sólidos estos canales; también deben acceder a métodos de validación y de protección de la información de sus clientes y consumidores.
Los estándares contemplados por las distintas entidades bancarias y financieras en términos de ciberseguridad se han convertido en un diferenciador crítico.
Por esta razón, a la hora de evaluar el servicio de una entidad financiera, no solo se deben contemplar los costos, eficiencia y cobertura. Hoy, el primer factor a considerar es conocer cuáles son sus métodos de seguridad y protección de clientes, transformándose este en un factor diferenciador de suma importancia para que el usuario decida si le depositará su confianza.
Las entidades financieras se ven obligadas permanentemente a innovar e ir un paso delante de aquellos que buscan realizar fraudes. Si bien la digitalización ayuda, se deben siempre incrementar los controles transaccionales continuos -es decir, en tiempo real o casi real-; mejorar sus plataformas y utilizar varios métodos de comprobación de identidad de los clientes al momento de realizar transacciones en todas las plataformas habilitadas.
Para responder a estos desafíos, Sovos cuenta con métodos de validación y de verificación de personas cuyo objetivo es corroborar, a través de una serie de procedimientos con un alto porcentaje de certeza, a quien firma, realiza una transacción o bien, es quien dice ser. La clave está en interpretar los riesgos transaccionales y a la persona detrás del dispositivo para alcanzar un correcto balance entre la seguridad y la experiencia del usuario, según lo amerite cada transacción.
Sovos considera tres puntos fundamentales al ofrecer métodos para brindar altos niveles de ciberseguridad: en primer lugar, respaldo seguro de la información: contar con soluciones validadas y certificadas, que resguarden, sellen y encripten la información; en segundo lugar, la implementación adecuada, es decir, un correcto diseño de flujos, experiencia y comunicación entre los sistemas, y en tercer lugar la autenticación, lo que se traduce en aplicar mecanismos multifactoriales que consideren información del usuario, conocimiento, dispositivos y/o biometría.