Ante el surgimiento de una crisis de la nueva cédula de identidad, no del todo inesperada dados los desafíos asociados con su implementación en Chile, queremos compartir algunas recomendaciones y medidas clave dirigidas a ciudadanos, organizaciones y nuestros clientes.
Para los individuos:
Si su cédula actual se encuentra vigente, recomendamos no solicitar el nuevo documento en este momento, salvo que sea estrictamente necesario. Actualmente, el proceso de emisión enfrenta desafíos significativos, como errores en fotografías, pérdida de solicitudes y entregas incorrectas, lo que podría generar inconvenientes adicionales (The Clinic). Es importante tener en cuenta que todo proceso de implementación requiere una etapa de ajuste y maduración; esperar el momento adecuado puede ayudar a evitar complicaciones innecesarias.
Si no pueden evitar realizar la solicitud, les sugerimos tener paciencia y empatía con los funcionarios del Registro Civil, quienes están haciendo lo posible para gestionar esta situación bajo circunstancias desafiantes.
Para las organizaciones y nuestros clientes:
En el manejo de las nuevas cédulas, es crucial incrementar los controles para verificar su autenticidad. Hoy, el riesgo de vulnerabilidad de este documento es alta, lo que representa una amenaza significativa de fraude. Les recomendamos:
- Implementar controles adicionales: verificar minuciosamente los datos y características de cada documento recibido.
- Recorrer ese esfuerzo adicional: asegurarse de validar la legitimidad de cada documento o pasaporte mediante procesos adicionales.
- Priorizar la protección: salvaguardar no solo sus intereses, sino también los de sus clientes directos e indirectos.
Recuerde que el Juicio Humano, es, aunque más lento, en ciertos casos más efectivo. En caso de tratarse de verificaciones remotas, y solo por esta ocasión, puede ser conveniente hacer que el individuo a identificar se presente en las oficinas.
Frente a la crisis de la nueva cédula de identidad, nuestro compromiso:
En Sovos continuamos fortaleciendo nuestras capacidades para garantizar la seguridad e integridad en la verificación de identidad:
- Entrenamiento continuo de algoritmos: nos encontramos activamente entrenando nuestros algoritmos de detección de documentos falsos (FakeID).
- Verificación de Liveness: los procesos de reconocimiento facial y dactilar se han perfeccionado, manteniéndose como barreras críticas de seguridad.
- Base de datos de atacantes: nuestra base, con 5410 registros, permite identificar intentos de fraude de personas con historial de ataques previos.
- Algoritmo 1FID (1 Rostro – 1 Documento): garantiza la autenticidad de la combinación cara-documento, añadiendo una capa de seguridad robusta.
- Chip NFC: si bien, según nuestras pruebas, el chip NFC de la nueva cédula ha presentado cambios significativos que no fueron comunicados oficialmente -lo que nos ha llevado a realizar modificaciones inesperadas y urgentes en nuestros sistemas- hoy seguimos explorando estas variaciones debido a cambios de último momento y sobre la base de resultados de cédulas ya emitidas, ya que continuamos sin comunicación formal del Organismo Oficial o su proveedor.
Seguimos adaptándonos a los nuevos desafíos y trabajando estrechamente con la información proporcionada por el Registro Civil. Nuestro objetivo es asegurar que, una vez estabilizada esta situación, nuestros servicios operen de manera efectiva.
Es fundamental destacar que la situación actual no debe opacar los avances y beneficios que la identidad digital representa. Su robustez y capacidad para mejorar la seguridad y detección de fraudes la posicionan como un pilar clave en la transformación digital. Sin embargo, es imperativo que aprendamos de estos desafíos, entendiendo que no se trata de sistemas de bajo impacto, sino de soluciones que afectan a millones de usuarios.
El impacto de la identidad digital se amplifica por la escala de adopción, la magnitud de los cambios y el efecto que tienen sobre la ciudadanía. Estos no son solo problemas técnicos, sino también operativos, logísticos y de confianza pública. Una vez superados estos retos, será crítico que los organismos y las organizaciones involucradas realicen un análisis exhaustivo de la implementación: identificar qué se hizo bien, qué no funcionó y cómo mejorar.
La identidad digital es más que una tecnología; es una responsabilidad compartida. En Sovos, entendemos que la confianza es el eje sobre el que gira esta innovación, y seguiremos trabajando para garantizar que cada interacción digital sea segura, eficiente y confiable.