La factura electrónica sigue lenta, pero firmemente, introduciéndose en el sistema tributario mexicano. Desde el 1 de enero de 2011, la facturación digital comenzó a convivir con el sistema tradicional de papel, para facilitar la transición a los miles de empresas que operan en el país. Desde arriba abajo, y potenciando las facturas electrónicas de las empresas privadas, se comenzó a estandarizar este sistema que ya usarán el 85% de los contribuyentes de la república en 2014. Sin embargo, son muchos aún los usuarios que tienen dudas acerca de este sistema. Aquí develaremos las 10 claves más importantes.
¿Qué es la factura electrónica?
La factura electrónica es un documento digital, como un archivo de Word, una tabla de Excel o una imagen de Photoshop. Es decir, se puede imprimir y tener en un soporte físico, aunque el original es el documento XML. Como un comprobante de papel, contiene movimientos de compra y venta y tiene valor legal ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Para ello, debe contar con un certificado electrónico y la firma digital.
¿Qué es la firma digital?
Como la factura electrónica, la firma digital tiene su origen en la grafía a mano, es decir, tiene una vinculación legal de aprobación con el firmante. La tecnología permite hoy que exista la firma digital, una combinación de algoritmos que imposibilita la falsificación. Los documentos electrónicos que van acompañados de la firma digital son totalmente válidos, por lo que debemos extremar precauciones y no compartirla jamás con nadie para evitar eventuales problemas legales.
¿Cómo puede obtener una firma digital?
Para obtener la factura electrónica hay que tener antes la firma digital, la que se debe gestionar con el SAT.
¿Es la facturación digital obligatoria?
La facturación electrónica es obligatoria desde el 1 de enero de 2011 para aquellas empresas con una facturación superior a los 4 millones de pesos anuales, aunque el período de transición para ellas se extendió 24 meses. A partir del 1 de enero de 2014 se reduce el mínimo de facturación anual a 250 mil pesos, por lo que serán más las empresas que deben emitir facturas electrónicas. Hay que recordar que el objetivo es que México esté 100% digitalizado, por lo que habrá luego un período en el que se vuelvan a bajar los requisitos económicos de facturación anual para sumar a pequeñas y microempresas.
Cabe destacar que al ser un sistema de arriba hacia abajo, las grandes empresas, que están obligadas a facturar electrónicamente, solo pueden hacer negocios con las pymes que tienen ya el sistema digitalizado, por lo cual es imperativo encontrar socios que cumplan con los requisitos a tiempo.