No presentar las declaraciones y los pagos o notificar a la autoridad fiscal pertinente un cambio significativo en la cadena de suministro (por ejemplo, un almacén) a tiempo puede dar lugar a sanciones. Éstas pueden imponerse en cada Estado miembro en el que se deba pagar el IVA o incluso la expulsión del régimen. Por lo tanto, la penalización de una sola declaración tardía en varios países crea una importante exposición a las sanciones.
El incumplimiento reiterado puede dar lugar a la exclusión de los regímenes de OSS. En ese caso, el contribuyente debe registrarse a efectos del IVA en todos los Estados miembros en los que esté obligado a pagarlo.
Si se le expulsa del régimen, el periodo de exclusión de dos años podría tener importantes consecuencias comerciales, ya que es probable que aumenten los costes de cumplimiento y que deba obtener urgentemente nuevos números de IVA.
La exclusión de las IOSS puede obligar a la empresa a cambiar sus acuerdos comerciales con sus clientes, lo que podría tener un impacto significativo en las ventas o aumentar los costes de cumplimiento.