Nuestra serie sobre el Brexit y el IVA pretende ofrecer la información vital y los consejos de planificación que necesitan las empresas que operan en el extranjero. Esta semana, abordamos la representación fiscal en la UE. Como el Reino Unido es ahora un tercer país desde el punto de vista del IVA, hay varios pasos urgentes que las empresas deben dar.
Representación fiscal post-Brexit en la UE
Los representantes fiscales son efectivamente una póliza de seguro para las autoridades fiscales, para quienes protegen la capacidad de recaudar el IVA. Los Estados miembros de la UE tienen diferentes posturas sobre la representación fiscal. Algunos exigen a las empresas de fuera de la UE que hagan una designación local si la empresa requiere un registro de IVA.
Los representantes fiscales son empresas locales que actúan en nombre de empresas de fuera de la UE. Suelen asumir la responsabilidad solidaria del IVA. Las empresas que desempeñan esta función deben cumplir una serie de medidas establecidas por el Estado miembro en cuestión. A menudo deben estar autorizadas para actuar por la autoridad fiscal correspondiente.
¿Cuándo necesito un representante fiscal?
Hay dos situaciones comunes en las que se necesitan representantes fiscales. La primera es cuando una empresa no comunitaria se registra en un Estado miembro en el que se exige la representación fiscal. La representación fiscal se impone de diferentes maneras y a discreción del Estado miembro, de modo que en algunos países es obligatoria para todas las empresas no residentes que deban registrarse, mientras que en otros depende de la actividad del contribuyente. Asimismo, algunas autoridades fiscales no la exigen, mientras que otras la hacen opcional.
El segundo escenario común para la representación fiscal es cuando el nombramiento de un representante fiscal ofrece a una empresa el acceso a un régimen de IVA beneficioso, como es el caso de los Países Bajos con respecto al aplazamiento del IVA a la importación.
Tras el Brexit, el Reino Unido se convertirá en un tercer país a efectos del IVA. La mayoría de las naciones de la UE exigen representación fiscal a las empresas de fuera de la UE -con algunas excepciones notables como Alemania-, por lo que todas las empresas que elijan o deban seguir registradas en naciones de la UE después del 31 de diciembre deben determinar la posición de los países en los que operan.
¿Cuáles son los problemas que hay que tener en cuenta?
A medida que muchas empresas reestructuran sus cadenas de suministro para mitigar las consecuencias del Brexit, surgen situaciones en las que requieren registros de IVA por primera vez. Si el país que requiere los registros exige una representación fiscal, las empresas deben buscar el nombramiento de un representante fiscal local.
Las empresas británicas se encuentran en una situación particular y compleja. Las autoridades fiscales están luchando bajo el peso de las solicitudes masivas de representantes fiscales, ya que se ha generado una necesidad importante en un tiempo relativamente corto. Por ello, algunos Estados miembros están emitiendo orientaciones específicas para las empresas británicas, y otros podrían seguir su ejemplo. Francia, por ejemplo, ha aclarado recientemente que las empresas británicas no necesitan nombrar un representante fiscal. Aunque los detalles y las orientaciones completas aún están por llegar, esto debería ser motivo de un suspiro de alivio colectivo para todas las empresas británicas registradas para el IVA en Francia. Sin embargo, hay que tener cuidado con las diferentes posturas: Bélgica ya había advertido a todas las empresas británicas registradas a efectos de IVA como no residentes que debían designar un representante fiscal antes de finales de 2020. Ahora han flexibilizado esta postura y las autoridades han ofrecido una prórroga hasta junio de 2021. Es posible que en las próximas semanas otros Estados miembros adopten enfoques similares.
Sea cual sea la posición de cada Estado miembro, hay que tener en cuenta el tiempo. La cantidad de riesgo que los representantes fiscales asumen para una empresa es significativa. Por ello, el proceso para conseguir la representación fiscal suele ser largo y puede implicar garantías financieras.
Próximos pasos
La representación fiscal ha llegado para quedarse, por lo que es fundamental planificarla ahora. Independientemente del Brexit, el proceso para establecer la representación fiscal de la UE para el IVA lleva mucho tiempo. Por ello, las empresas deben actuar con rapidez para establecer el apoyo necesario en los países en los que es obligatorio registrarse.
Los pasos esenciales son una revisión urgente y continua de las diferentes posiciones de las autoridades fiscales, y una cuidadosa planificación de los costes administrativos y financieros asociados.
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