La facturación electrónica en México ha evolucionado hasta convertirse en un sistema sofisticado, altamente regulado y obligatorio, consolidándose como una herramienta clave de control fiscal gracias a su capacidad para garantizar transparencia y trazabilidad.
No obstante, con la actualización constante de normativas como el Anexo 20, la incorporación de nuevos complementos de pago y los cambios anuales en la Resolución Miscelánea Fiscal, las empresas enfrentan el desafío de adaptarse continuamente a nuevas reglas, estructuras de datos y validaciones técnicas.
Cumplir con estas exigencias va más allá de emitir facturas correctamente timbradas: implica integrar procesos, datos y certificados en un ecosistema tecnológico que se comunique fluidamente con el SAT, los sistemas internos de la empresa (como el ERP), y con proveedores, clientes y otros actores clave.
Ante este panorama, muchas organizaciones han adoptado soluciones tecnológicas de forma acelerada, recurriendo a desarrollos internos o a proveedores que cubren solo partes del proceso. Esto ha derivado en un cumplimiento fragmentado, con altos costos de mantenimiento, errores operativos y mayor exposición a sanciones, lo que limita la eficiencia y el crecimiento del negocio.
Bajo una de las normativas fiscales más exigentes del mundo, se esconden tres grandes desafíos técnicos y operativos que ralentizan los procesos, aumentan el riesgo de sanciones y dificultan la integración con los sistemas internos de gestión.
Uno de los principales desafíos para las empresas mexicanas es integrar la facturación electrónica con sus sistemas ERP, como SAP, Oracle o Microsoft Dynamics. Estas plataformas requieren, en muchos casos, desarrollos personalizados para procesar, validar y emitir CFDIs conforme a los requisitos del SAT.
La ausencia de conectores nativos o APIs robustas obliga a las empresas a implementar, frecuentemente, soluciones improvisadas, propensas a errores y con alta dependencia de tareas manuales. Esto compromete la precisión de los datos, dificulta la escalabilidad del sistema y, a medida que crecen las operaciones, aumenta la complejidad.
Además, la integración deficiente puede exponer a la organización a amenazas como el robo de datos o el fraude financiero. Las facturas electrónicas contienen información sensible (financiera y personal) que puede ser utilizada con fines ilícitos, como la adulteración de documentos.
Desde su obligatoriedad en 2018, los complementos de pago se han convertido en una fuente común de errores. Este requisito exige no solo emitir el CFDI de pago, sino también asociarlo correctamente a las facturas originales, respetando fechas, montos y formas de pago.
Aunque busca combatir la evasión fiscal, su aplicación es compleja. Muchas empresas no tienen visibilidad en tiempo real sobre los pagos, especialmente aquellas con alta rotación de clientes. Además, los datos necesarios (fechas, folios y montos exactos) suelen estar distribuidos en distintos sistemas, lo que dificulta la validación.
La falta de control puede generar cancelaciones, errores contables y problemas de deducibilidad. En muchas organizaciones, estas validaciones aún se hacen de forma manual o con herramientas desconectadas, lo que incrementa los errores y retrasa el cierre contable.
El Anexo 20 define la estructura y campos obligatorios de los CFDIs. Se actualiza periódicamente para incorporar nuevos requerimientos, como ocurrió con la versión 4.0, que introdujo cambios en los datos del emisor y receptor, claves de productos y servicios, y validaciones de identidad.
El reto no es solo conocer la normativa, sino implementar cada nueva versión sin afectar la operación ni comprometer la validez de los documentos. Muchas empresas enfrentan retrasos o errores al adaptarse, por falta de personal técnico o proveedores actualizados.
Los errores más comunes incluyen el uso incorrecto de claves, omisión de campos obligatorios e inconsistencias entre los montos declarados y los valores calculados automáticamente, lo que puede invalidar los comprobantes emitidos.
Más allá de las sanciones visibles por incumplimiento, existen costos ocultos que afectan directamente la competitividad de las empresas: pérdida de tiempo en tareas manuales, reprocesos por errores en los CFDIs, escasa visibilidad para el análisis financiero y una dependencia excesiva de los equipos internos para monitorear los constantes cambios normativos.
En lugar de avanzar hacia una transformación digital del área financiera, muchas compañías quedan atrapadas en una dinámica reactiva, enfocadas en atender actualizaciones y resolver incidentes puntuales. Este enfoque no solo consume recursos, sino que limita el verdadero potencial estratégico del área fiscal y contable.
A diferencia de otras soluciones fragmentadas, Sovos ofrece un ecosistema de cumplimiento fiscal que centraliza datos, estandariza procesos y mejora la visibilidad de la información tributaria, posicionándose como un aliado para las empresas mexicanas gracias a su enfoque integral, automatizado y escalable.
Una de sus grandes ventajas es la integración, ya que Sovos cuenta con más de 70 conectores certificados con sistemas ERP, lo que permite una experiencia fluida de cumplimiento, sin necesidad de modificar la infraestructura existente. Así, las organizaciones pueden emitir y validar CFDIs de forma directa, sincronizar automáticamente la información fiscal con su contabilidad electrónica y adaptarse a los cambios normativos sin interrumpir su operación.
Además, Sovos automatiza la emisión de complementos de pago mediante validaciones en tiempo real y conciliación avanzada de CFDIs, garantizando la consistencia entre los comprobantes y los complementos registrados. Su red de cumplimiento, que procesa más de 6 mil millones de facturas al año, demuestra su capacidad para operar en entornos de alta transaccionalidad.
En cuanto al cumplimiento del Anexo 20, Sovos ofrece una solución “a prueba de futuro”, respaldada por un equipo de más de 100 expertos que monitorean continuamente más de 200 categorías fiscales. Esto asegura que los sistemas se mantengan alineados con la normativa vigente de forma automatizada y sin afectar la continuidad operativa.
La facturación electrónica en México es un sistema exigente, que requiere precisión, adaptabilidad y visión estratégica. Y en ese camino, contar con un aliado como Sovos, que combina experiencia normativa y tecnología de vanguardia, puede marcar la diferencia entre una estrategia proactiva y una reacción constante.
Si estás buscando una solución de facturación electrónica que escale con tu negocio, conversemos. Nuestros expertos están listos para ayudarte.
El cumplimiento normativo y la eficiencia operativa son pilares fundamentales para las grandes empresas que deben gestionar millones de transacciones mensuales. En sectores como retail, manufactura y servicios financieros, donde las operaciones son complejas, cumplir con la normativa es esencial para evitar sanciones y mantener relaciones comerciales sólidas.
México, en particular, presenta un escenario muy desafiante en esta materia. El SAT se destaca por ser uno de los organismos más exigentes a nivel mundial en relación con la facturación electrónica, implementando cambios constantes en normativas como el Anexo 20, la Resolución Miscelánea Fiscal y múltiples complementos técnicos que cada empresa debe adoptar puntualmente.
En el caso de compañías con un alto volumen de facturación, cualquier cambio en la regulación puede tener un impacto directo en los procesos operativos, la estabilidad de los sistemas y la experiencia de proveedores y clientes. El más mínimo error en un CFDI puede detener un pago, generar multas o incluso, poner en riesgo relaciones comerciales estratégicas.
Teniendo esto en cuenta, mantener el equilibrio entre productividad, automatización y cumplimiento normativo se convierte en una tarea titánica porque implica contar con la tecnología adecuada, pero además se debe adoptar una estrategia fiscal inteligente y flexible que permita mantener la competitividad.
Cuando una empresa emite decenas de miles de facturas cada mes, los desafíos técnicos se amplifican. Uno de los más frecuentes es la integración con los sistemas ERP existentes. Muchos de estos sistemas no están diseñados para responder de forma nativa a los requerimientos del SAT, por lo que las empresas deben invertir en desarrollos personalizados, muchas veces lentos, costosos y difíciles de mantener.
Otro punto crítico es la validación técnica de los CFDI. Asegurar que cada documento cumpla con los requisitos estructurales y de contenido exigidos por la normativa vigente requiere de una infraestructura robusta, actualizada y, sobre todo, automatizada. De lo contrario, las tareas manuales se multiplican, los errores se acumulan y la carga administrativa aumenta.
Además, es común que los equipos financieros y tecnológicos trabajen con herramientas aisladas, generando silos de información que dificultan la trazabilidad, elevan los tiempos de respuesta y limitan la capacidad de escalar a otros mercados o incorporar nuevas unidades de negocio.
Frente a estos desafíos operativos, la respuesta más efectiva pasa por la automatización inteligente y estratégica de los procesos fiscales y administrativos. Aquí es donde una solución como Sovos cobra especial relevancia, ya que ha sido diseñada para abordar específicamente estos retos.
Con capacidad de procesar más de 11 mil millones de transacciones fiscales al año, Sovos se presenta como una plataforma robusta y escalable, especialmente diseñada para grandes volúmenes operativos. Pero lo que realmente diferencia a Sovos es su enfoque integral, que no solo procesa transacciones, sino que lo hace de manera fluida y conectada con el entorno tecnológico de cada empresa.
La clave de esta fluidez radica en su capacidad para integrarse fácilmente con más de 70 ERPs y otras plataformas críticas, lo que evita que las empresas tengan que reconstruir su infraestructura tecnológica interna. Esta integración nativa elimina fricciones y permite automatizar cada etapa del proceso, desde la emisión hasta la validación, archivo y reporte fiscal.
Otro diferenciador fundamental de Sovos es su capacidad de actualización normativa en tiempo real, una ventaja crucial en países como México, donde los cambios fiscales son frecuentes y muchas veces inesperados. Esta función permite a las empresas mantenerse en cumplimiento sin interrumpir sus operaciones ni sobrecargar a los equipos de TI o legales.
El ecosistema de cumplimiento fiscal de Sovos permite automatizar de principio a fin el proceso fiscal: desde la generación del CFDI, pasando por la validación estructural y de contenido, hasta su almacenamiento y reporte ante la autoridad. Todo, con trazabilidad completa y soporte para múltiples unidades de negocio, idiomas y monedas, lo que la convierte en una solución preparada para crecer junto a las empresas.
La automatización proporcionada por Sovos no solo reduce drásticamente los tiempos operativos; también disminuye el margen de error humano. Esto permite que los equipos financieros y contables dejen atrás tareas repetitivas y puedan enfocarse en actividades estratégicas como análisis financiero, planeación fiscal avanzada y toma de decisiones basada en datos sólidos y confiables.
La facturación electrónica no solo debe verse como una obligación tributaria o una herramienta de eficiencia operativa. Cuando está bien implementada, puede convertirse en una poderosa fuente de inteligencia de negocio. Cada documento fiscal digital contiene información valiosa sobre clientes, proveedores, tiempos de respuesta, ciclos de pago y comportamientos transaccionales que, si se analizan correctamente, pueden ayudar a tomar mejores decisiones estratégicas.
El ecosistema de cumplimiento fiscal de Sovos permite capturar y estructurar estos datos desde el origen, ofreciendo trazabilidad y visibilidad completa sobre cada operación. Esta capacidad facilita auditorías -internas o externas- al tiempo que permite construir reportes avanzados que alimentan áreas como planeación financiera, compras, cumplimiento y control de gestión.
Además, contar con una única fuente de información fiscal permite eliminar inconsistencias, reducir tiempos de conciliación y garantizar que todos los departamentos trabajen sobre la misma base de datos tributaria. Esto tiene un impacto directo en la capacidad de responder con rapidez ante fiscalizaciones, diseñar estrategias de ahorro impositivo y anticiparse a contingencias regulatorias.
Al integrar la facturación electrónica con sistemas de business intelligence, las empresas pueden identificar oportunidades de ahorro, anticipar riesgos tributarios y optimizar la eficiencia de sus cadenas de suministro. Además, es posible evaluar el desempeño de sus políticas comerciales y financieras a partir de datos concretos. Considerando la competitividad del mercado actual, disponer de información precisa y centralizada permite tomar decisiones más ágiles y diseñar estrategias mejor fundamentadas.
Si estás buscando una solución que permita a tu empresa mantener el equilibrio perfecto entre cumplimiento y eficiencia operativa para impulsar tu crecimiento, conversa con uno de nuestros consultores y descubre cómo Sovos puede ayudarte a dar ese salto estratégico.
El rol del profesional de tax en México -y en muchos otros países de Latinoamérica- está evolucionando rápidamente. Las exigencias de cumplimiento tributario en tiempo real, los modelos de fiscalización digital del SAT y la necesidad de operar con información precisa y trazable han llevado a los equipos fiscales a replantearse por completo su función dentro de las organizaciones.
Ya no basta con presentar declaraciones correctas a tiempo. Hoy, las áreas fiscales deben entender de automatización, integraciones tecnológicas, flujos de datos y arquitectura de sistemas. Pero, sobre todo, deben aportar una mirada estratégica que conecte lo tributario con los objetivos del negocio.
Estamos viendo el surgimiento de un nuevo perfil: el estratega fiscal digital.
El perfil ideal del profesional fiscal ya no es solo alguien que domine las normas y regímenes tributarios. Las empresas buscan especialistas capaces de:
La visión transversal del negocio y el pensamiento analítico son hoy tan valorados como la precisión técnica. Quien lidere el área fiscal debe saber anticipar riesgos, identificar oportunidades de mejora y aportar inteligencia a la toma de decisiones.
La presión por reportar electrónicamente en tiempo real y con datos consistentes obliga a una colaboración cada vez más estrecha entre los expertos tributarios y el área de TI. Ya no es suficiente con revisar la información contable al final del proceso: los equipos fiscales necesitan participar desde el diseño de los flujos de información y validaciones.
Por ejemplo, un error en la emisión de una factura electrónica, una discrepancia en un complemento o una omisión en la declaración puede tener impactos inmediatos: multas, bloqueos, auditorías o pérdida de beneficios fiscales. Para evitarlo, es necesario contar con sistemas conectados, automatizados y auditables, donde las áreas responsables de impuestos, cumplimiento y TI hablen el mismo idioma.
El tax manager ya no es solo un experto técnico o un ejecutor del cumplimiento. Hoy se espera que participe activamente en decisiones que antes recaían exclusivamente en áreas como finanzas o TI. En un contexto donde la automatización y la digitalización son esenciales para cumplir con las exigencias del SAT -y con marcos globales cada vez más complejos-, el área fiscal tiene voz y voto en decisiones estratégicas de tecnología.
Este nuevo protagonismo implica que el líder fiscal debe:
Este involucramiento también exige un cambio de mentalidad: pasar de “cumplir” a “diseñar” procesos eficientes, auditables y alineados con los objetivos estratégicos de la organización.
La figura del tax manager se vuelve entonces una bisagra clave entre lo normativo y lo tecnológico, capaz de traducir los requerimientos fiscales en soluciones viables y escalables, que no solo cumplan con el SAT, sino que al mismo tiempo aporten inteligencia y valor al negocio.
Ante este nuevo escenario, contar con aliados tecnológicos especializados se vuelve fundamental. El cumplimiento puede ser una ventaja competitiva cuando se gestiona con visión estratégica.
Por esta razón, la tecnología de Sovos está diseñada para acompañar esta evolución del rol del experto en tax, facilitando la conexión entre los equipos de TI, los requerimientos normativos y los sistemas de gestión empresarial. Sovos provee soluciones de avanzada para automatizar procesos críticos, cumplir de manera continua, reducir riesgos de sanción y ayudar a los equipos fiscales a operar con visibilidad, control y capacidad de adaptación.
En esa misma línea, cuenta con un equipo de más de 100 expertos regulatorios que monitorean constantemente los cambios normativos. Esto no solo permite adaptar rápidamente las soluciones, sino también entregar información valiosa y oportuna tanto a los expertos de tax como a los equipos de TI.
El área fiscal se ha convertido en un actor clave de la transformación digital de las empresas en México. Quienes asuman este nuevo rol con mentalidad estratégica, capacidades tecnológicas y visión de negocio, estarán influyendo en decisiones de alto impacto y liderando el cambio.
El cumplimiento fiscal en México ha evolucionado mucho más allá del timbrado. Para los directores fiscales y financieros, mantenerse alineado con el marco tributario vigente ya no implica únicamente emitir correctamente los comprobantes electrónicos, sino sostener un ecosistema integral que abarque desde la emisión y validación hasta el almacenamiento, auditoría y conciliación.
El modelo fiscal mexicano se ha transformado profundamente en los últimos años, impulsado por la digitalización y el fortalecimiento de los mecanismos de fiscalización.
La implementación del CFDI 4.0 elevó los estándares de validación, haciendo obligatoria la verificación de datos como el nombre fiscal exacto del receptor, el régimen fiscal, el código postal y el uso del comprobante. A esto se suman complementos obligatorios por sector, reglas de cancelación más estrictas y validaciones en tiempo real por parte del SAT.
Por ello, el cumplimiento fiscal se ha convertido en un proceso dinámico, complejo y de alta exposición. Una sola inconsistencia puede derivar en la pérdida de deducciones, sanciones o auditorías electrónicas, con impactos directos en la rentabilidad, la reputación y la capacidad operativa del negocio.
Debido a esto, la emisión debe ser precisa, ágil, trazable y escalable, además de integrarse al ERP para reducir errores humanos, permitir control en tiempo real y asegurar continuidad ante cualquier contingencia. Es evidente que, más que un proveedor de timbrado, las empresas necesitan un aliado tecnológico que garantice trazabilidad, automatización e integración total.
Durante años, las empresas mexicanas centraron sus esfuerzos fiscales en la emisión electrónica conforme a las normativas del SAT, utilizando soluciones específicas. Cada nueva versión del CFDI y los ajustes en complementos o cancelaciones implicaron desarrollos internos, adaptaciones operativas e incluso la incorporación de nuevos proveedores. Sin embargo, este enfoque fragmentado ya no es sostenible. La evolución normativa ha dejado claro que cumplir únicamente con el timbrado no basta.
De hecho, muchos de los riesgos fiscales no provienen de lo que la empresa emite, sino de lo que recibe. Comprobantes con errores, datos inconsistentes o sin respaldo documental pueden comprometer las deducciones e incluso generar pasivos imprevistos.
Para el área fiscal, automatizar la recepción y validación de CFDI es esencial. Verificar automáticamente la información crítica, vincular los comprobantes a órdenes de compra y aplicar reglas internas de aceptación se traduce en mayor control, eficiencia y tranquilidad frente al SAT. Este organismo exige conservar los comprobantes fiscales durante al menos cinco años. Pero más allá del plazo, el archivo electrónico debe ser íntegro, accesible, con trazabilidad de operaciones y evidencia asociada.
Un archivo bien gestionado es un activo estratégico. Facilita responder auditorías de forma inmediata, rastrear cambios, confirmar cancelaciones y vincular comprobantes con declaraciones. Cuando está fragmentado entre sistemas o gestionado manualmente, los riesgos aumentan y el esfuerzo por cumplir se multiplica.
La conciliación fiscal sigue siendo uno de los procesos más propensos a errores. Comparar lo emitido, lo recibido, lo contabilizado y lo declarado requiere precisión y agilidad. Con frecuencia, las discrepancias no se detectan hasta que el SAT las señala, cuando el costo ya es elevado.
Automatizar este proceso otorga al equipo fiscal una visión clara en tiempo real. Detectar inconsistencias entre pagos y comprobantes, validar la deducibilidad de los gastos y anticiparse a los errores son prácticas que fortalecen la posición tributaria y reducen significativamente los tiempos de cierre.
Cuando cada etapa del cumplimiento fiscal se gestiona con herramientas aisladas o procesos manuales, los equipos pierden tiempo, aumentan su exposición al error y reducen su capacidad de respuesta. En cambio, operar dentro de un ecosistema unificado transforma el cumplimiento: deja de ser una carga para convertirse en una palanca de eficiencia y escalabilidad.
Un ecosistema de cumplimiento fiscal continuo permite:
La propuesta de Sovos parte de esa visión: construir un ecosistema integral de cumplimiento fiscal. No se trata solo de emitir comprobantes, sino de orquestar todo el ciclo de vida del CFDI mediante herramientas integradas, actualizadas y confiables.
Este enfoque posibilita la automatización de procesos críticos, reduce errores humanos, anticipa cambios regulatorios y proporciona una visión completa del estado fiscal de la organización. Todo esto con la flexibilidad de integrarse a los sistemas existentes, sin necesidad de desarrollar soluciones personalizadas cada vez que cambia la normativa.
Adoptar esta perspectiva permite a las empresas dejar de reaccionar ante el SAT y empezar a operar con confianza, seguridad y eficiencia, sabiendo que su arquitectura fiscal está preparada para lo que venga.
Sovos reúne tecnología de vanguardia, experiencia local y un profundo conocimiento de los requerimientos del SAT. Su plataforma permite emitir y recibir CFDIs de forma automatizada, validarlos en tiempo real, archivarlos con respaldo legal y conciliarlos con los sistemas contables.
Así, se libera a los equipos fiscales de tareas operativas repetitivas y elimina los puntos de fricción entre áreas, facilitando que finanzas, contabilidad, compras y TI trabajen de forma coordinada desde una misma fuente. Además, la solución se actualiza de forma continua para mantenerse alineada con la normativa mexicana. Las empresas no tienen que correr detrás de los cambios porque están listas desde el primer momento.
Después de todo, el equipo fiscal ha dejado de ser un área aislada de control para convertirse en una pieza clave del negocio. En un escenario dominado por la automatización regulatoria, la interoperabilidad y la fiscalización digital, su rol es garantizar trazabilidad, eficiencia operativa y capacidad de respuesta ante exigencias crecientes.
Para asumir este nuevo protagonismo, se necesitan aliados tecnológicos a la altura del desafío: con soluciones integradas, automatizadas, escalables y siempre actualizadas. En ese camino, Sovos se posiciona no solo como proveedor, sino como un socio estratégico para el futuro del cumplimiento fiscal en México.
¿Quieres conocer cómo funciona en la práctica un ecosistema de cumplimiento fiscal continuo? Agenda una reunión con nuestro equipo de expertos y descubre cómo Sovos puede ayudarte a transformar tu estrategia fiscal.
La facturación electrónica en México comenzó a implementarse a mediados de la década del 2000, posicionando al país como uno de los pioneros en América Latina en digitalizar sus procesos fiscales. En 2004 se aprobó el uso del Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI), sentando las bases de un modelo que, dos décadas después, ha alcanzado un alto grado de madurez. Sin embargo, esta evolución no ha estado exenta de complejidades técnicas, operativas y normativas que siguen desafiando a las empresas mexicanas.
Los cambios anuales en la Resolución Miscelánea Fiscal y las nuevas versiones del CFDI (como el CFDI 4.0), dejan en evidencia que el cumplimiento fiscal se ha vuelto más técnico, detallado y exigente. Desde abril de 2023, cada factura electrónica debe incluir información exacta y validada del receptor. Cualquier discrepancia, por mínima que sea, puede invalidarla. A esto se suman requisitos como Carta Porte y el Complemento de Pagos versión 2.0, que han incrementado la complejidad del proceso.
Aunque la digitalización ha traído beneficios innegables, también ha generado tensiones entre el cumplimiento normativo y la eficiencia operativa, exigiendo una constante adaptación de los sistemas empresariales, lo que puede generar fricciones si no se dispone de una solución ágil e integrada.
Para un líder de operaciones, el reto es asegurar que la emisión, transmisión y recepción de facturas se realicen de forma continua, cumplan con los requisitos del SAT y se integren con los ERP y otros sistemas clave del negocio; mientras que para un líder de innovación, el desafío es aún mayor: deben impulsar transformaciones tecnológicas que no solo respondan al cumplimiento, sino que habiliten ventajas competitivas sostenibles.
México es uno de los países con un marco normativo más avanzado en facturación electrónica, lo que ha llevado a una adopción masiva: sólo en el 2023 se emitieron más de 10 mil millones de CFDI, equivalentes a un promedio de 327 facturas por segundo, de acuerdo a cifras del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Sin embargo, los cambios introducidos por el SAT en el último tiempo han aumentado en gran medida la complejidad del sistema. En primer lugar, la última versión del CFDI exige que los datos del receptor (RFC, razón social, régimen fiscal, código postal) coincidan exactamente con sus registros.
A eso se suma el complemento Carta Porte, que es obligatorio para el transporte de mercancías. Si una empresa no emite la Carta Porte junto con el CFDI, puede ser sancionada con una multa de entre 400 y 600 pesos por cada comprobante sin el complemento; además, si el transportista no lleva la Carta Porte en formato impreso o digital durante el traslado, la multa puede variar entre 760 y 14,710 pesos
Por otra parte, el Complemento de Pago 2.0 es un requerimiento fiscal que se añade a la factura electrónica (CFDI) para comprobar que el pago de la operación comercial se ha realizado en su totalidad y es obligatoria su emisión para quien recibe un pago. Si no lo hace, el SAT puede multarlo con entre 400 y 600 pesos por cada CFDI que no tenga este complemento, según lo establece el Código Fiscal de la Federación.
A pesar de la alta adopción de la facturación electrónica, las áreas de operaciones e innovación aún enfrentan varios desafíos. Los más comunes incluyen:
Ante este panorama, muchas empresas se han visto obligadas a revisar, adaptar y reforzar sus sistemas tecnológicos y operativos, a menudo sin contar con los recursos internos necesarios. Sin embargo, el dinamismo regulatorio, lejos de ser un obstáculo, puede transformarse en una ventaja competitiva si se adopta una solución que integre el cumplimiento normativo de forma automatizada dentro del flujo operativo.
Contar con una solución de facturación electrónica bien integrada no solo permite eliminar cuellos de botella, sino también habilitar una operación más ágil, segura y escalable. En este contexto, Sovos se posiciona como un socio tecnológico de confianza, gracias a una propuesta que combina cobertura global, robustez técnica y actualización normativa continua.
Su plataforma se integra sin fricciones con más de 70 ERP y sistemas tecnológicos, lo que permite eliminar silos de información y reducir la dependencia de procesos manuales. Además, se actualiza automáticamente frente a cambios en la legislación, gracias a un equipo de expertos que monitorea más de 200 categorías de regulación fiscal en todo el mundo.
La trazabilidad en tiempo real, la validación automática y la capacidad para soportar grandes volúmenes de operación hacen de Sovos una solución preparada para los desafíos actuales y futuros. Su infraestructura basada en la nube asegura alta disponibilidad, mientras que sus capacidades analíticas ofrecen visibilidad operativa para una mejor toma de decisiones.
Con más de 11 mil millones de transacciones fiscales al año, cobertura en más de 160 países y el respaldo de un centenar de expertos, más de la mitad de las empresas del Fortune 500 confían en las soluciones de Sovos. Su elección no es solo una inversión en tecnología: es una apuesta por la continuidad operativa, la eficiencia y el crecimiento sostenible.
Para las organizaciones que buscan optimizar sus procesos, reducir errores y mantener el cumplimiento sin comprometer la eficiencia, Sovos representa una vía concreta para profesionalizar la gestión fiscal, fortalecer la continuidad operativa y escalar de forma segura. Agenda una conversación con nuestros especialistas y descubre cómo Sovos puede transformar tu proceso fiscal.
¿Conoces cuál es el papel del Registro Federal de Contribuyentes (RFC) en el sistema tributario en México? Cuando se habla de cumplir con las obligaciones fiscales, todo comienza con tres letras: RFC.
Para muchos empresarios y emprendedores, este registro puede parecer solo otro trámite más en la larga lista del SAT. Pero lo cierto es que el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) es la puerta de entrada a la legalidad, la transparencia y el orden tributario de cualquier empresa.
Desde la emisión de facturas electrónicas hasta la validación de socios o proveedores, el RFC es mucho más que una clave: es el punto de partida para operar con confianza en el entorno fiscal mexicano. Y conocer sus reglas puede marcar la diferencia entre una operación segura y un dolor de cabeza tributario.
El papel del RFC es fundamental en el sistema tributario de México, pues identifica a las personas físicas y morales que tienen obligaciones fiscales ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Este registro permite a las empresas cumplir con sus deberes fiscales, emitir comprobantes fiscales digitales por Internet (CFDI) y estar al corriente con las regulaciones vigentes.
El Artículo 27, apartado B del Código Fiscal de la Federación (CFF) establece las siguientes obligaciones para los contribuyentes registrados en el RFC.
Estas disposiciones buscan garantizar que el Registro Federal de Contribuyentes se mantenga debidamente actualizado, con el fin de mantener la base de contribuyentes que permita el control y adecuado cumplimiento de las obligaciones tributarias.
De acuerdo con el artículo 27, apartado A del Código Fiscal de la Federación, están obligados a inscribirse en el RFC:
Esta inscripción es obligatoria para operar dentro del marco legal y cumplir con las disposiciones fiscales.
El proceso de registro en el RFC implica la obtención de la Cédula de Identificación Fiscal (CIF), un documento oficial que contiene la clave única de identificación ante el SAT. Este trámite debe ser realizado por el representante legal de la empresa dentro del mes siguiente a la adquisición de obligaciones fiscales.
El representante legal de la persona moral, quien debe contar con un poder notarial para actos de administración o de dominio.
Dentro del mes siguiente a partir de que:
Posterior a la inscripción, la empresa debe tramitar la e.firma y el certificado de sello digital para poder emitir CFDI.
Cada CFDI emitido está ligado a un RFC válido, lo que lo convierte en un requisito indispensable según el Artículo 29-A del CFF. Además, es obligatorio incluir el RFC del receptor del comprobante conforme al Artículo 29-A, Fracción IV del mismo código.
El SAT realiza verificaciones constantes a través de:
El artículo 69-B se introdujo al Código Fiscal para abordar situaciones en las que los contribuyentes realizan transacciones con entidades que parecen no estar ubicadas o carecen de sustancia económica. El artículo 69-B entró en vigencia en 2014 con el objetivo de establecer un procedimiento donde la autoridad presuma que las operaciones amparadas por las facturas son inexistentes o el contribuyente no se encuentra localizado.
El objetivo es prevenir la evasión fiscal y garantizar que las transacciones legítimas estén debidamente documentadas.
Impacto en los contribuyentes: el incumplimiento de los requisitos del Artículo 69-B puede resultar en créditos fiscales, multas o desestimación de deducciones relacionadas con dichas transacciones. También se puede cometer un delito fiscal.
Las personas físicas y morales que requieran validar la clave del Registro Federal de Contribuyentes contenida en sus registros podrán solicitar la validación correspondiente al Servicio de Administración Tributaria a través de archivos TXT con un máximo de 5,000 registros.
Con el fin de validar que la clave RFC del cedente o prestador de servicios se encuentra efectivamente registrada en el RFC y puede emitir sus comprobantes bajo la facilidad prevista para el sector primario, sistema de productos, pequeños mineros y arrendadores de espacio, el SAT proporciona listas actualizadas para validar RFC en sectores específicos como:
Las instituciones del sistema financiero deberán verificar ante el SAT que la clave del RFC provista por sus clientes individuales que cuenten con créditos que les hayan sido otorgados, corresponde a contribuyentes que realicen actividades empresariales, presten servicios personales independientes u otorguen el uso o goce temporal de bienes inmuebles, cuando los créditos hayan sido otorgados por dichas instituciones para la adquisición de bienes de inversión o cuando se trate de rehabilitación, créditos de habilitación o equipamiento.
Los contribuyentes que deban realizar el trámite de inscripción de trabajadores, o usuarios o usuarios de sistema financiero, entre otros, podrán validar previamente si las personas físicas cuentan con su clave en el RFC a través de su CURP, a fin de corroborar que ya se encuentran inscritos en dicho registro, de conformidad con el trámite del expediente 158/CFF “Solicitud de validación de la clave en el RFC a través de la CURP”, contenidos en el anexo 1-A de la RMF.
El RFC es un elemento esencial para que las empresas operen legalmente en México. Cumplir con las obligaciones fiscales, validar RFC y estar al día con las disposiciones del SAT no solo garantiza el cumplimiento legal; también evita sanciones y facilita las operaciones comerciales. Entender y seguir cada paso del proceso es fundamental para el éxito fiscal y la transparencia empresarial.
Navegar por el sistema tributario mexicano puede parecer abrumador, especialmente con actualizaciones normativas constantes y procesos tan detallados como los relacionados con el RFC.
Sovos es un aliado estratégico para las empresas en México que buscan garantizar el cumplimiento fiscal y optimizar sus procesos tributarios. Nuestras soluciones tecnológicas y experiencia en cumplimiento fiscal nos permiten ayudar a las empresas a mantenerse siempre alineadas con las disposiciones del SAT, sin perder tiempo ni asumir riesgos innecesarios. Para esto podemos:
Con la experiencia y respaldo de Sovos, las empresas pueden enfocarse en su crecimiento y operación sin preocuparse por los constantes cambios regulatorios en México.
¿Quieres saber más? Contáctanos y da el siguiente paso hacia un cumplimiento fiscal sin complicaciones.
Regulación y escalabilidad son dos temas prioritarios hoy en la industria mexicana de telecomunicaciones. Los líderes de TI enfrentan el desafío de impulsar la innovación y escalar servicios digitales sin perder de vista la adhesión a los exigentes marcos regulatorios locales. La presión por lanzar nuevos productos, automatizar canales y expandir operaciones plantea una interrogante clave: ¿cómo crecer con agilidad sin comprometer el cumplimiento normativo?
Y es que cada vez que lanzan un nuevo servicio, abren canales digitales de atención o actualizan su oferta, tienen que seguir normas del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el SAT y la Ley de Protección de Datos Personales. Esto significa que deben verificar la identidad de sus usuarios, pedir su consentimiento de forma legal, usar firmas electrónicas válidas y asegurar que cada transacción pueda revisarse si es necesario.
Además, el mercado cambia rápido. Las nuevas tecnologías, la personalización de servicios y la necesidad de respuestas inmediatas obligan a las empresas de telecomunicaciones a adaptarse con agilidad. Pero si la gestión del cumplimiento se realiza de forma reactiva o desorganizada, cada avance puede convertirse en un riesgo.
Por eso, contar con soluciones tecnológicas que automaticen estos procesos dentro del marco legal no solo mejora la operación; también cuida la imagen de la empresa, genera confianza en los usuarios y evita multas costosas.
Actualmente, el equipo de TI no solo debe velar por la seguridad y eficiencia de las operaciones, sino que además debe asegurar que cada decisión tecnológica esté alineada con un entorno normativo que está en constante evolución: ya no se trata de mantener funcionando la infraestructura, sino que se espera que los líderes sean capaces de anticipar riesgos, gestionar data sensible con responsabilidad y garantizar la validez legal de cada interacción, sin detener el ritmo que exige el mercado.
Regulaciones como la Ley Federal de Protección de Datos Personales establecen estándares estrictos para la recopilación, tratamiento y almacenamiento de datos. A esto se suma la Ley de Firma Electrónica Avanzada, que define las condiciones necesarias para que las firmas digitales tengan validez jurídica en México. Por otro lado, la industria está sujeta a lineamientos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) y, en muchos casos, también debe adaptarse a normativas internacionales como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), especialmente cuando se gestionan operaciones con alcance global.
Frente a este panorama, contar con un partner tecnológico es fundamental para los líderes de tecnología, porque no se trata sólo de implementar soluciones puntuales, sino de trabajar con un aliado que entienda el entorno regulatorio, prevea los cambios y ofrezca herramientas adaptables, seguras y escalables.
Al respecto, un aliado con experiencia en la industria puede mitigar los riesgos de incumplimiento al integrar de forma nativa los requisitos normativos en los sistemas. Asimismo, contribuye a robustecer la seguridad de la información y la trazabilidad de los procesos, resguardando datos sensibles. Esto permite optimizar la operación, reducir la intervención manual e impulsar la interoperabilidad entre plataformas.
Al mismo tiempo, facilita una innovación responsable, permitiendo que los equipos de TI se concentren en desarrollar nuevos servicios, explorar mercados o mejorar la experiencia del cliente, sin comprometer la estabilidad ni el cumplimiento.
Frente a la creciente complejidad normativa y la presión por mantener sistemas eficientes, seguros y escalables, Sovos ofrece un ecosistema de soluciones que permiten automatizar de manera inteligente procesos fundamentales para su negocio Diseñadas para aliviar la carga de los equipos de TI, centralizan procesos críticos, reducen errores humanos y garantizan el cumplimiento normativo sin fricciones operativas.
Con presencia en más de 100 países, más de 100 expertos regulatorios a nivel global y tecnologías avanzadas que se integran con agilidad a cualquier infraestructura, Sovos posee una propuesta clara: potenciar al negocio sin poner en riesgo la estabilidad tecnológica. Su ecosistema de confianza no solo reduce riesgos y simplifica la operación, sino que transforma al área de TI en un motor estratégico para el crecimiento comercial.
El ecosistema de confianza de Sovos se articula en dos pilares tecnológicos que abordan directamente los desafíos del área tecnológica: seguridad, eficiencia operativa y cumplimiento regulatorio.
Estas soluciones cuentan con certificaciones internacionales como ISO 27001, IQNet 27001 e ISO 30107-3 Nivel 2, además de acreditaciones locales, asegurando un estándar de seguridad que cumple con las exigencias del área de TI.
Para un líder de TI, las soluciones de Sovos representan una respuesta concreta a desafíos clave: reducen el riesgo tecnológico y operativo con plataformas robustas y certificadas; mejoran la experiencia tanto para usuarios internos como para clientes al eliminar fricciones y acelerar procesos; aseguran el cumplimiento normativo de forma automática y ofrecen escalabilidad gracias a su diseño modular e integrable.
Todo lo anterior se traduce en una menor carga operativa para el equipo de TI, gracias a la automatización de procesos y al soporte técnico de nivel empresarial que respalda cada implementación.
¿Necesitas un ecosistema de confianza que se adapte a los cambios de la industria de telecomunicaciones sin sacrificar la seguridad y el cumplimiento normativo? Agenda una reunión para que conversemos sobre cómo podemos ayudarte a fortalecer tu estrategia de transformación, de manera totalmente alineada a las ordenanzas locales e internacionales.
La verificación de identidad en telecomunicaciones se ha convertido en un factor clave para fortalecer la seguridad digital, reducir costos operativos y mejorar la experiencia del cliente. En México, la industria enfrenta desafíos crecientes debido al auge de la digitalización, lo que ha incrementado el riesgo de fraudes, suplantación de identidad y accesos no autorizados, por lo que implementar soluciones avanzadas de autenticación y biometría permite a las empresas del sector garantizar transacciones seguras y proteger la información de los usuarios.
El fraude en telecomunicaciones representa un desafío global que afecta tanto a empresas como a consumidores. La falta de herramientas robustas de verificación de identidad expone a los usuarios y a las empresas a diversos riesgos, facilitando las acciones de ciberdelincuentes y comprometiendo la seguridad digital.
En México, esta problemática es especialmente crítica, ya que el 25% de los fraudes reportados por las compañías de telefonía corresponden al robo de identidad de sus usuarios, evidenciando la urgente necesidad de fortalecer los mecanismos de protección y autenticación.
Como ya mencionamos, el fraude por suplantación de identidad es especialmente común entre las operadoras mexicanas. Este tipo de delito ocurre cuando los delincuentes utilizan datos personales robados o filtrados para hacerse pasar por otra persona, lo que les permite acceder a servicios fraudulentos como la apertura de líneas falsas, fraudes bancarios y extorsiones.
La portabilidad numérica, que permite cambiar de proveedor de servicios sin perder el número de teléfono, también ha sido mal utilizada. Un ejemplo es el fenómeno del SIM swapping, donde un atacante transfiere un número a otra compañía sin consentimiento, facilitando el acceso a códigos de autenticación y comprometiendo cuentas personales y financieras.
La ausencia de soluciones adecuadas de verificación de identidad también permite accesos no autorizados a servicios y cuentas de telecomunicaciones, poniendo en riesgo la privacidad y aumentando la posibilidad de que la información sea utilizada para otros delitos.
A causa de fallidas iniciativas como el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil o el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, que vinculaban los números de celular con datos personales como la CURP y el número de identificación oficial con fotografía; dentro de la industria persisten las preocupaciones sobre los delitos relacionados con la suplantación de identidad. Esto resalta la necesidad urgente de contar con mecanismos sólidos de autenticación en las telecomunicaciones.
Las empresas de telecomunicaciones procesan millones de solicitudes y manejan grandes volúmenes de información, lo que hace que los procesos manuales de verificación de identidad sean ineficientes y costosos. La automatización con herramientas avanzadas, como las de Sovos, optimiza la operación al reducir costos, minimizar errores y mejorar la eficiencia.
Entre sus beneficios clave destacan la reducción de fraudes y pérdidas económicas al bloquear intentos de suplantación antes de que ocurran, la disminución de errores en la autenticación mediante biometría facial y análisis de datos, y la mejora en la atención al cliente al agilizar procesos como altas, activación de servicios y gestión de reclamos.
Además, la automatización optimiza el uso de los recursos humanos, permitiendo que los equipos se enfoquen en tareas estratégicas en lugar de verificaciones manuales. Al respecto, un estudio de Juniper Research proyecta que la implementación de estas soluciones basadas en inteligencia artificial podría generar ahorros de hasta 10 mil millones de dólares anuales en el sector para 2027, gracias a la automatización y prevención de fraudes.
Implementar mecanismos de verificación de identidad es una estrategia clave que refuerza la seguridad empresarial y mejora la experiencia del usuario. Tecnologías como el reconocimiento facial y la autenticación digital en tiempo real agilizan procesos, eliminando verificaciones manuales lentas y engorrosas. Esto facilita el acceso rápido y sin complicaciones a los servicios.
Además, la confianza en la marca aumenta cuando los usuarios perciben que sus datos están protegidos por sistemas de seguridad robustos. En un entorno digital con crecientes amenazas a la privacidad, los consumidores prefieren interactuar con empresas que priorizan la protección de su información. Esta confianza se convierte en un diferenciador importante en un mercado competitivo, donde la fidelización depende de la percepción de seguridad que la empresa proyecta.
Un sistema de autenticación eficiente reduce las fricciones en el acceso a los servicios. Minimizar los pasos para completar transacciones o iniciar sesión elimina barreras que podrían generar frustración, mejorando la experiencia y contribuyendo a aumentar las tasas de conversión y retención de clientes.
Sovos se ha consolidado como líder en soluciones de verificación de identidad en México y Latinoamérica, ofreciendo tecnologías diseñadas para abordar los desafíos del sector, garantizando autenticación segura, rápida y alineada con las normativas locales.
Las principales características de sus soluciones incluyen:
Estas soluciones permiten un proceso de verificación eficiente y seguro, optimizando operaciones y protegiendo a los clientes. La verificación de identidad en telecomunicaciones no solo es una medida de seguridad, sino también un factor estratégico que impacta en la reducción de costos, eficiencia operativa y experiencia del cliente.
En un mercado como el mexicano, donde el fraude digital es un problema creciente, las empresas deben adoptar tecnologías avanzadas para validar identidades de manera rápida y segura.
En esa línea, Sovos se posiciona como un aliado clave, proporcionando soluciones innovadoras que aseguran autenticación confiable y alineada con las normativas locales. Invertir en verificación de identidad no solo protege a la empresa y sus clientes, sino que también fortalece su reputación y competitividad en el sector.
Si deseas saber más sobre cómo estas soluciones pueden agregar capas de protección a tu infraestructura de seguridad, reducir costos operativos y mejorar la satisfacción de tus clientes, te invitamos a conocer nuestros servicios y explorar cómo podemos ayudarte a mejorar tu estrategia de verificación de identidad.
El cierre del año fiscal es el lapso donde las personas morales y físicas con actividad empresarial deben reportar la información contable y fiscal para dar a conocer los resultados de sus operaciones, su situación financiera y sus obligaciones tributarias al Servicio de Administración Tributaria (SAT).
El cierre de año, que coincide con el año calendario incluso para empresas extranjeras establecidas en el país, implica la revisión de ingresos, egresos, deducciones y cálculos del Impuesto sobre la Renta (ISR) y otros impuestos aplicables que pagarán a la autoridad en la próxima declaración anual.
La obligación tributaria de pago de impuestos sobre la renta se realiza en conformidad con los artículos 1, 9 y 76 de la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR) vigente y al artículo 41 del Reglamento del Código Fiscal de la Federación.
De acuerdo con el principio de acumulación mundial los residentes en México están obligados a pagar ISR sobre todos sus ingresos, ya sean obtenidos en México o en el extranjero.
El Artículo 76 establece las obligaciones de las personas morales que deben cumplir con respecto del ISR. Entre las principales obligaciones se encuentran:
Durante el cierre fiscal, es necesario generar y presentar una serie de reportes y declaraciones. Los más comunes y necesarios son los siguientes:
En un contexto donde el cumplimiento fiscal es crítico, contar con un proveedor de confianza como Sovos puede marcar la diferencia en el cierre de año fiscal. Sovos no solo asegura el cumplimiento de las normativas; también simplifica procesos, reduce riesgos y optimiza recursos, ayudando a sus clientes a fortalecer su gestión y competitividad en el mercado.
¿Quiere saber cómo podemos ayudarle a simplificar el cierre de año fiscal? Contáctenos.
Proteger las transacciones de las compañías se ha convertido en uno de los mayores desafíos de la era digital. La exposición a fraudes, especialmente por suplantación de identidad; el robo de información, los accesos no autorizados y otros riesgos cibernéticos, ponen en juego la confianza de los clientes y la integridad de las operaciones.
En este contexto, herramientas como la verificación de identidad y la firma electrónica surgen como soluciones clave al garantizar la validez de los acuerdos y reforzar la protección en cada interacción digital.
Este fue el eje central del webinar “Protege tus transacciones con verificación de identidad y firma electrónica: Sovos Trust Services para México”, donde expertos de la compañía explicaron por qué las soluciones de Sovos ayudan a optimizar procesos y resguardar datos sensibles.
Felipe Sánchez, Product Manager de Sovos, inició la charla destacando que las tecnologías de verificación de identidad buscan responder una sola pregunta: ¿Eres realmente quien dices ser? Para lograrlo, se utilizan métodos biométricos y no biométricos que cuentan con varias capas de seguridad, y que pueden ser aplicados de manera presencial y remota.
1. Verificación biométrica
La verificación de identidad biométrica es un proceso que utiliza las características físicas, biológicas o conductuales únicas de una persona para autenticar su identidad. Estas características son inherentes a cada individuo, lo que las hace extremadamente difíciles de falsificar o duplicar, convirtiéndolas en una herramienta confiable para garantizar la seguridad en diferentes contextos.
Un ejemplo es la biometría facial, donde se comparan parámetros geométricos del rostro de una persona -mediante la captura que se toma con una cámara- con la imagen preestablecida guardada en su INE o pasaporte.
Las verificaciones de identidad no biométricas son procesos que autentican la identidad de una persona sin recurrir a características físicas o biológicas. En lugar de ello, se basan en datos y documentos que la persona proporciona. Algunos ejemplos de métodos no biométricos incluyen:
Fabiola Fernández, Product Manager de Sovos México, se refirió a su vez a las firmas electrónicas, explicando que son una forma segura, eficiente y conveniente de firmar documentos mientras cumplen con los requisitos legales y reglamentarios, y que garantizan la integridad, autenticidad y no repudio de la información electrónica a lo largo del tiempo, por lo que pueden mejorar la experiencia del cliente y del proveedor.
Al ser Prestador de Servicios de Certificación (PSC) acreditado por la Secretaría de Economía, Sovos también añade, como complementos de firma, sellos de tiempo para marcar el momento exacto de la firma y NOM-151, garantizando la integridad de los documentos.
Estas tecnologías no solo son seguras; también facilitan procesos en diversas industrias. Algunos casos de uso:
Sovos no solo es un proveedor, es un aliado estratégico para las empresas que buscan optimizar procesos y proteger información. Su ecosistema de trust services combina eficiencia operativa y seguridad, ayudándote a navegar con confianza en la era digital.
Si deseas ver el webinar completo, pincha aquí.
La ley de firma electrónica en México enmarca el alcance de esta herramienta que ha ganado una relevancia significativa en el entorno empresarial del país.
Este blog describe las principales normativas que han moldeado la legislación en torno a la firma electrónica, destacando sus componentes principales.
Foco: Establecer la equivalencia jurídica entre la firma electrónica y la firma autógrafa, asegurando que los mensajes de datos sean válidos como medios probatorios si cumplen los requisitos legales.
Impacto: Permite la utilización segura de tecnologías electrónicas en las transacciones comerciales, facilitando procesos digitales con el mismo respaldo jurídico que los documentos físicos.
El artículo 89 bis, en particular, establece que:
Foco: Regular el uso de la Firma Electrónica Avanzada, definiendo los requisitos técnicos y legales para garantizar la autenticidad, integridad y exclusividad en su uso.
Impacto: Proporciona confianza a las partes involucradas al autenticar la identidad del firmante y garantizar la integridad de los documentos, fomentando la digitalización segura de procesos legales y administrativos.
Esta ley regula el uso de la Firma Electrónica Avanzada como un mecanismo confiable para autenticar la identidad de los firmantes y garantizar la integridad de los documentos electrónicos.
Establece los criterios técnicos y legales para su uso, así como las responsabilidades de las entidades que proveen servicios de certificación.
Foco: Establecer los parámetros para la conservación, autenticidad e integridad de mensajes de datos y documentos digitalizados.
Impacto: Facilita la preservación a largo plazo de documentos electrónicos con valor probatorio, fortaleciendo la seguridad en la gestión documental digital.
Define los requisitos para la conservación de mensajes de datos y la digitalización de documentos, estableciendo parámetros específicos para garantizar su integridad y autenticidad. La NOM 151 es fundamental para respaldar el uso de firmas electrónicas en documentos almacenados digitalmente.
Foco: Incorporar la firma electrónica como medio válido en procedimientos judiciales y administrativos.
Impacto: Moderniza el sistema de justicia al permitir la aceptación de pruebas y documentos digitales, agilizando los procesos legales.
Artículos 2, 137, 312, 331, 936: Detallan cómo las firmas electrónicas pueden ser empleadas en procedimientos judiciales y administrativos, asegurando su validez probatoria.
Foco: Permitir la manifestación de la voluntad mediante medios electrónicos, incluyendo la firma electrónica, siempre que cumpla con las disposiciones legales aplicables.
Impacto: Habilita la formalización de contratos y acuerdos mediante medios electrónicos, fomentando la confianza en las transacciones digitales. Permite la manifestación de la voluntad mediante medios electrónicos, incluyendo la firma electrónica, siempre que esta cumpla con las disposiciones legales aplicables.
Foco: Establecer criterios para valorar la fuerza probatoria de los medios electrónicos.
Impacto: Refuerza la aceptación de documentos digitales en procesos judiciales, promoviendo su uso en la resolución de disputas.
Foco: Autorizar el uso de medios electrónicos a lo largo del proceso penal.
Impacto: Mejora la eficiencia y transparencia en los procedimientos penales mediante el uso de tecnologías digitales.
El desarrollo normativo en torno a la firma electrónica en México ha permitido consolidar su uso como una herramienta confiable y segura para la gestión de documentos digitales. Las diversas normativas establecen un marco claro para garantizar su validez jurídica y fomentar su adopción tanto en el sector público como en el privado.
Si quieres saber más del tipo de firmas en México puedes leer aquí. También puedes revisar nuestro eBook de firma.
La prevalidación de CFDI (Comprobantes Fiscales Digitales por Internet) es una etapa crucial en el proceso de facturación electrónica en México para las operaciones comerciales y el cumplimiento tributario.
La prevalidación de un Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI) es un proceso que verifica que la información registrada en el SAT sea correcta y esté actualizada para poder timbrar una factura.
La prevalidación de CFDI o el proceso de revisión preliminar que verifica que un comprobante fiscal cumple con las reglas de validación es un paso que se realiza antes de enviar el CFDI al PAC (Proveedor Autorizado de Certificación) para su timbrado.
La prevalidación incluye, entre otros aspectos:
Un error en esta etapa puede derivar en la emisión de comprobantes inválidos, lo que puede afectar tanto la operación diaria de la empresa como su cumplimiento fiscal.
Para las empresas, asegurar la precisión de sus CFDI es esencial. Los errores en la emisión de facturas electrónicas pueden ocasionar:
Implementar la prevalidación correctamente permite a las empresas reducir estos riesgos, optimizando sus procesos de facturación y asegurando un cumplimiento normativo eficiente.
Contar con un proveedor confiable para la prevalidación de CFDI no solo mitiga riesgos; también aporta beneficios tangibles. ¿Qué requisitos debiera cumplir?
La prevalidación de CFDI es un componente crítico para garantizar el cumplimiento fiscal y la eficiencia operativa de tu empresa. Contar con un proveedor de facturación electrónica confiable no solo simplifica este proceso, sino que también protege a las empresas de riesgos fiscales y operativos.
Seleccionar un proveedor adecuado para esta tarea puede marcar la diferencia entre mantener un cumplimiento impecable o enfrentarse a riesgos fiscales y operativos significativos. En un entorno regulatorio tan exigente como el mexicano, invertir en herramientas y servicios de calidad es una decisión estratégica.
Sovos cuenta con un servicio de prevalidación que valida la información requerida para la emisión de CFDI, con lo que podrás confirmar los datos que emplearás antes de emitir y así evitar el rechazo al momento de la certificación de tus documentos fiscales. El servicio de prevalidación de CFDI verifica que se cumpla con lo definido en la normativa del SAT, así como con los complementos que se incorporen al CFDI.
La firma electrónica en México es un recurso indispensable para que las empresas agilicen y aseguren procesos de documentación en diversos ámbitos.
A nivel general, la firma electrónica es una herramienta que permite identificar de manera electrónica a una persona, validando legalmente su aceptación frente a documentos como contratos y otros en formato digital de manera remota.
Esto garantiza la integridad, confidencialidad y autenticidad de un documento, lo que ayuda a mitigar los intentos de fraude.
A continuación, te explicamos para qué sirve la firma electrónica en México, los tipos de firma electrónica y las ventajas de firmar electrónicamente.
Hoy existen dos firmas electrónicas reconocidas por la legislación en México: la firma electrónica, también conocida como firma electrónica simple, y la firma electrónica avanzada.
El alcance y fuerza probatoria depende del tipo de firma utilizada, la forma en que estas se generan, y la elección entre una y otra dependerá del tipo de documento y del nivel de seguridad requerido.
A continuación te contamos un poco más de sus usos y ventajas.
La firma electrónica simple es cualquier tipo de dato electrónico -sonido, símbolo o proceso- que se utiliza para identificar al firmante y demostrar su consentimiento en un documento o transacción. La firma electrónica simple es admisible como prueba en un juicio.
La firma electrónica avanzada en México se define como un conjunto de datos asociados a un mensaje electrónico que permiten identificar al firmante, que ha sido creada por medios electrónicos bajo su exclusivo control y que garantiza la integridad del documento, es decir, permite que sea detectable cualquier modificación posterior, lo cual produce los mismos efectos jurídicos que la firma autógrafa.
Para el uso de la firma electrónica avanzada se debe contar con:
I. Un certificado digital vigente, emitido u homologado en términos de la presente ley, y
II. Una clave privada, generada bajo su exclusivo control.
En general, las firmas electrónicas en México agilizan y facilitan trámites, proporcionando una alternativa segura y legalmente válida a las firmas manuscritas. Esto beneficia tanto a individuos como a empresas e instituciones, al promover la digitalización y la confianza en el comercio y servicios en línea.
Entre los documentos que se pueden firmar con firma electrónica en México destacan los contratos entre particulares, contratos laborales, títulos de crédito Y contratos mercantiles como comisiones, depósitos, arrendamientos, préstamos y transportes, entre otros.
El respaldo y experiencia de Sovos suma valor a la oferta de firma electrónica en México al complementarla con métodos biométricos de verificación de identidad previa, proporcionando la seguridad necesaria para garantizar que quien firma es realmente quien dice ser y por tanto, mitigando el fraude.
Sovos dispone de servicios de verificación de biometría facial que se soportan en conexión con la firma electrónica simple. Además es proveedor de certificados digitales.
Con más de 60 millones de documentos firmados anualmente en Latinoamérica, y más de 20 millones de verificaciones de identidad realizadas al año, Sovos es uno de los líderes a nivel regional en tecnologías que permiten entregar confianza y seguridad en cada transacción.
15 octubre, 2024
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) amplió recientemente la definición de “servicio digital de intermediación” a través de la Primera modificación al Anexo 7 (criterios normativos) de la RMF 2024, publicada el 11 de octubre del 2024 en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Dentro de la Ley del Impuesto al Valor Agregado se regula la prestación de servicios digitales por residentes en el extranjero sin establecimiento en México para efectos de dicho impuesto.
Así, el artículo 18-B de la Ley del IVA dispone que únicamente se consideran servicios digitales los establecidos en dicho precepto legal cuando estos son proporcionados mediante aplicaciones o contenidos en formato digital a través de Internet u otra red, fundamentalmente automatizados, pudiendo o no requerir una intervención humana mínima, siempre que por los mismos se cobre una contraprestación.
La fracción II de dicha disposición precisa como servicio digital los de intermediación entre terceros que sean oferentes de bienes o servicios y los demandantes de estos.
De esta manera el SAT -a través de su criterio normativo 40/IVA/N- establece, en una interpretación armónica y teleológica de las disposiciones fiscales en materia de servicios digitales, que se considera que las plataformas digitales prestan servicios de intermediación cuando a cambio del pago de un precio o una contraprestación, ofrezcan o permitan, a través de su página de internet, de su aplicación, o cualquier otra red digital, que sus clientes oferten a terceros bienes o servicios, y que dichos oferentes y demandantes acuerden, a través de la plataforma digital, las condiciones de dichas operaciones y el precio o contraprestación de las mismas.
La modificación de dicho criterio es para agregar que dicho supuesto se actualiza aun en el caso en que en la plataforma digital se manifieste que únicamente constituyen tiendas en línea (página de Internet, aplicación u otra red digital), no obstante que, además de ofertar y enajenar bienes de su propiedad o prestar servicios directamente a demandantes de bienes y servicios a través de dichas tiendas, ponen en contacto a otros oferentes de bienes o servicios con los demandantes de estos. Más información.