Uno de los impactos más significativos de la transformación digital para las empresas y el Gobierno del Perú tiene que ver con el cumplimiento fiscal. Mientras las entidades tributarias modifican o emiten nuevas normativas constantemente para mejorar el control y cerrar las brechas fiscales, las empresas, sin importar su tamaño, se ven en la obligación de adoptar tecnologías en la nube que estén a la altura de estos requerimientos.
En el Perú, la SUNAT viene desarrollando su normativa de digitalización de todos los documentos tributarios desde hace más de 10 años y de manera progresiva, empezando con la factura electrónica; este año agregó la obligatoriedad para las Guías de Remisión Electrónica y actualizó el Sistema Integrado de Registros Electrónicos (SIRE).
Estos cambios en el ámbito del cumplimiento representan desafíos para las empresas que aún no han incorporado herramientas tecnológicas de vanguardia para mejorar su operación, y/o no cuentan con equipos de trabajo capacitados para actuar con inmediatez en la implementación de las nuevas normativas; exponiéndose aquellas que no cumplen con los requisitos del Gobierno a multas de dinero, pérdida de ingresos y daño reputacional.
En un estudio latinoamericano realizado por EY sobre los desafíos que enfrentan las compañías en la región, el 38% de las compañías indicó que su principal desafío interno para los próximos 3 años es la adopción de nuevas tecnologías y transformación digital; asimismo, el 33% mencionó los requisitos y cambios regulatorios como uno de sus principales retos externos.
Jean Pierre Barrios, Senior Sales Director de Sovos Perú, dice que “uno de los principales factores que condicionan la transformación digital en las empresas peruanas es la resistencia natural a digitalizar procesos que tradicionalmente se han realizado en forma manual”. “No obstante -agrega- hoy muchos empresarios han encontrado en las nuevas tecnologías una solución de gran impacto para sus negocios, ya que los ayuda a ser más ágiles, eficientes, y a llevar mejores servicios a sus propios clientes”.
En el marco del evento más importante para el ecosistema empresarial peruano, CADE 2023, el experto de Sovos revisó los retos más significativos de los empresarios peruanos en términos de cumplimiento fiscal.
- Entendimiento de los cambios regulatorios
Hoy en día, en un mundo digital y globalizado, liderar una empresa implica tener un conocimiento mayor sobre las regulaciones y cambios normativos para tomar decisiones con rapidez. Por ello, los líderes empresariales tienen la tarea de reforzar la cultura de cumplimiento en sus organizaciones y asegurarse de que sus equipos de trabajo clave cuenten con la capacitación adecuada para actuar con la debida inmediatez frente a los cambios, e incluso puedan predecir posibles escenarios.
- Elección de un aliado tecnológico que haga match con las necesidades de su empres
Para cumplir con las normativas tributarias, los empresarios deben considerar que su proveedor tecnológico tenga la experiencia e infraestructura con altos estándares de calidad para asegurar la eficiencia en la mayor parte del proceso. Además, que brinde acompañamiento y consultoría en la implementación de las regulaciones; tenga la capacidad para llegar a la fecha efectiva del mandato, y esté habilitado por las instituciones competentes con validez legal.La integración tecnológica entre empresas y proveedores puede ser desafiante, ya que implica una disrupción en los procesos del negocio y tecnología interna; por ello la importancia de llevar este proceso de manera articulada con el partner que mejor se adapte a las necesidades de su compañía. - Costo de la gestión de cumplimiento normativo
Todos los mandatos de digitalización de documentos tributarios empiezan con las empresas grandes, medianas, y finalmente los contribuyentes pequeños. Los gobiernos liberan la ola de mandatoriedad de acuerdo con la capacidad monetaria de los sectores económicos, dando tiempo a las empresas que tienen menos recursos para prepararse para el cambio.En ese sentido, los líderes empresariales tienen un margen de tiempo para adecuar su presupuesto al gasto que representa la implementación de una nueva normativa. Para ello, se recomienda no esperar el último momento para adoptar los cambios, y así probar que se acople correctamente a la dinámica operativa de la empresa.Además, es importante que consideren, o bien, contratar profesionales preparados para entender los cambios normativos y absorber sus impactos en la empresa en tiempo y forma, o bien, contar con un proveedor que tenga ese monitoreo incorporado para reaccionar a tiempo.