En nuestro anterior blog, completamos el ciclo de cumplimiento con auditorías de las autoridades fiscales. Sin embargo, ahí no acaban los retos a los que se enfrentan las empresas para seguir cumpliendo la normativa en los países donde tienen obligaciones en materia de IVA. Las normas y reglamentos sobre el IVA cambian, al igual que las cadenas de suministro de las empresas, por lo que hay que revisarlas cuidadosamente y tomar las medidas oportunas para que la empresa siga cumpliendo.
Cambios en la cadena de suministro
Las cadenas de suministro evolucionan con el tiempo por diversas razones: se realizan cambios para mejorar la eficiencia, ofrecer una mejor experiencia al cliente en los plazos de entrega o debido a la entrada en nuevos mercados. A veces, estos cambios son instigados por la empresa que busca la optimización, mientras que otros son forzados por cambios externos como el Brexit, que obliga a las empresas que comercian entre el Reino Unido y la UE a modificar las cadenas de suministro tras la salida del Reino Unido de la UE.
Sea cual sea el motivo del cambio, es esencial revisar el impacto en la situación del IVA de la empresa. Esto implica determinar las obligaciones en materia de IVA que se derivan de las nuevas transacciones, algo que tratamos en nuestro anterior blog . Es necesario contar con un sistema de alerta temprana sobre los cambios inminentes en la cadena de suministro para poder revisarlos antes de que comiencen las nuevas transacciones. La clave para ello es la concienciación sobre la importancia del IVA en la empresa; los cambios en la cadena de suministro no pueden revisarse si el equipo financiero no está al tanto de ellos.
Además, no es posible deshacer una transacción una vez que ha tenido lugar, por lo que la empresa debe hacer frente a las consecuencias, incluso si son adversas. Una acción proactiva puede garantizar que la empresa entre en la nueva cadena de suministro preparada y consciente de todas las consecuencias.
Hay diferentes maneras de estructurar una cadena de suministro para lograr el mismo objetivo comercial; pueden tener diferentes implicaciones en materia de IVA, por lo que la consideración de las consecuencias debe formar parte del proceso de evaluación para determinar la estrategia adecuada.
Cambios en la legislación
Mientras que las empresas pueden controlar algunos elementos cuando sus cadenas de suministro cambian, responder a los cambios en la legislación es mucho más difícil.
El primer paso es saber qué ha cambiado. Los cambios pueden producirse en toda la UE o en un Estado miembro individual, por lo que es necesario establecer un mecanismo para identificar los cambios tan pronto como se anuncien. A menudo esto requerirá apoyo externo, especialmente si hay obligaciones en múltiples territorios.
Una vez identificado el cambio, el siguiente paso es determinar el impacto en la empresa. Algunos cambios tendrán un impacto mínimo, mientras que otros requerirán una acción proactiva para cumplir con las nuevas normas. Los cambios significativos pueden requerir un rediseño de la cadena de suministro. Se debe establecer un plan de acción con responsabilidades y plazos claros para gestionar los cambios necesarios.
Gestión de nuevos mandatos
La UE ha sido testigo de la introducción de numerosos mandatos nuevos en los últimos años, a menudo en relación con los controles continuos de las transacciones (CTC), y esto va a continuar a medida que los Estados miembros tratan de reducir la brecha del IVA.
La última información publicada por la Comisión Europea es la correspondiente a 2019, donde la brecha del IVA fue de 134.000 millones de euros. Aunque esta cifra se redujo con respecto al año anterior, sigue representando el 10,3 % expresado como porcentaje de la deuda tributaria total del IVA.
Los gobiernos necesitan generar ingresos en un mundo post-pandémico y abordar la brecha del IVA ofrece una solución sin imponer cargas fiscales adicionales, ya que implica la recaudación de impuestos que ya deberían haberse cobrado. Según las tendencias actuales, se necesitarán 13 años para erradicar la brecha, por lo que se necesitan nuevas iniciativas, de ahí el aumento de los CTC.
La gestión de estos nuevos mandatos será un reto fundamental para las empresas en los próximos años, a medida que se introduzcan en más Estados miembros. Es esencial contar con una estrategia clara para evitar verse abrumado por la disparidad de requisitos locales.
A lo largo de esta serie de blogs, hemos analizado los aspectos clave para garantizar el cumplimiento continuo del IVA. Una vez establecidos los procesos y controles necesarios, las empresas pueden centrarse en el comercio sabiendo que el cumplimiento del IVA está garantizado. Sin embargo, mantener el cumplimiento del IVA es un proceso continuo que debe revisarse constantemente para maximizar la eficiencia y minimizar el riesgo.