¿Conoces los documentos electrónicos que podrían transformar la gestión tributaria en Colombia en los próximos años? El país ha recorrido un largo camino en materia de transformación digital tributaria y se ha convertido en líder y referente de la facturación electrónica.
Desde la consolidación de la validación previa como eje del sistema, ha avanzado hacia un modelo más transparente, trazable y eficiente. Sin embargo, la evolución no se detiene ahí: un nuevo salto se avecina con la incorporación de nuevos documentos electrónicos que prometen ampliar el alcance del ecosistema fiscal digital y fortalecer la administración tributaria.
Durante el webinar “Presente y futuro de la facturación electrónica en Colombia, una perspectiva global”, expertos de Sovos analizaron cómo la experiencia regional marca el rumbo del país y qué documentos podrían convertirse en el siguiente paso para la DIAN.
Del liderazgo regional a la expansión del ecosistema tributario
América Latina ha sido pionera en la adopción de la factura electrónica desde su implementación inicial en Chile en 2003. Hoy, más de 90 países han seguido este modelo, inspirados por su impacto en la recaudación, la transparencia y la reducción de la informalidad.
Pero la transformación no se limita a la factura. En varios países de la región se han sumado documentos complementarios -como las guías de remisión, los comprobantes de retención, los comprobantes de percepción y las adendas electrónicas- que amplían el control fiscal, mejoran la trazabilidad de las operaciones y permiten eficiencia en la interoperabilidad de las empresas.Estos modelos sirven hoy como referencia directa para Colombia, que ya cuentan con las bases regulatorias y técnicas necesarias para dar cualquiera de los siguientes pasos.
1. Guías de remisión electrónica: trazabilidad y eficiencia logística
Las guías de remisión electrónica son documentos que respaldan el traslado de bienes entre distintos puntos geográficos, permitiendo su trazabilidad, control logístico y verificación por parte de las autoridades. Países en Latinoamérica como Perú, Ecuador, Chile y México ya las han implementado con éxito, y los beneficios para las empresas son evidentes:
- Reducción de costos en papel, almacenamiento y gestión manual.
- Automatización de procesos logísticos e integración con los sistemas ERP.
- Control de inventarios más preciso y visibilidad en tiempo real de la mercancía.
- Menor riesgo de errores humanos y sanciones.
- Estándares tecnológicos comunes (XML, JSON, UBL) que facilitan la interoperabilidad.
Además, la validación electrónica garantiza la autenticidad y seguridad de los documentos, fortaleciendo la confianza entre empresas y autoridades. Los expertos de Sovos participantes del webinar coincidieron en que es altamente probable su adopción en el corto plazo en Colombia; para varios países de la región ya es obligatorio, proporcionando un mejor control de la legalidad de los bienes transportados.
2. Comprobantes de retención electrónica: trazabilidad del flujo fiscal
Los comprobantes de retención electrónica acreditan la retención de tributos en operaciones comerciales realizadas por agentes autorizados. Este modelo ya opera en países como Ecuador (obligatorio desde 2022), Argentina y Chile, y permite registrar, validar y reportar retenciones de forma automática.
En un futuro cercano, su adopción en Colombia significará mayor control sobre el flujo de impuestos, simplificación de conciliaciones contables y reducción de errores.
A nivel tecnológico, seguiría la misma lógica de la factura electrónica: emisión, validación ante la DIAN y distribución digital mediante APIs o servicios web. Este documento ayuda a fiscalizar correctamente el manejo de retenciones para los obligados a las mismas.
3. Comprobantes de percepción electrónica: recaudación anticipada y control fiscal
A diferencia de la retención, donde se descuenta un tributo, la percepción electrónica adelanta su recaudación. Este documento acredita un monto adicional al valor de una operación comercial y es clave en países con sistemas tributarios más maduros como Argentina, México, Perú y Ecuador.
En Colombia, este tipo de comprobante aún no existe, pero podría convertirse en una herramienta estratégica para reducir la evasión, fortalecer el control fiscal y optimizar los reportes tributarios.Su implementación exigirá una sólida integración tecnológica, capacitación del personal y consistencia en los datos financieros, pero a cambio permitirá una trazabilidad total de las percepciones y una mayor eficiencia en auditorías y declaraciones.
4. Adendas electrónicas: interoperabilidad más allá de lo fiscal
Aunque las adendas electrónicas no son documentos fiscales, su rol es cada vez más relevante. Funcionan como complementos de la factura electrónica que agregan información operativa -como centros de costo, códigos de compra o datos logísticos-, lo que facilita la automatización de pagos y la integración con sistemas empresariales (ERP, CRM o plataformas logísticas).
México -al igual que otros países de la región- se ha visto enfrentado al dilema de cómo controlar la interoperabilidad a través de un proceso flexible para las industrias, con las bondades de contar con un anexo técnico para evitar múltiples esquemas técnicos.
Con su aplicación, un sector beneficiado fueron las grandes empresas del retail, al poder crear la condición de no aceptar facturas sin una adenda correctamente formada. Aunque es un proceso que no ha sido replicado por otros países, es en la práctica una herramienta estratégica para la automatización de procesos manuales, logrando reducir tiempos de validación y evitando errores manuales. Esta mejora en el intercambio de información entre compañías de forma estándar crea un puente entre lo fiscal y lo operativo enfocada en la productividad de un país.
Colombia ya cuenta con la infraestructura técnica y regulatoria para avanzar. El desafío ahora está en preparar su empresa, fortalecer sus sistemas y acompañar la transición hacia un ecosistema donde cada documento electrónico aporte valor tanto al Estado como al contribuyente.
La factura electrónica fue solo el comienzo. Los próximos documentos digitales marcarán una nueva etapa en la madurez tributaria del país, conectando procesos logísticos, financieros y administrativos bajo un mismo estándar tecnológico.
El futuro de la gestión tributaria en Colombia no es solo digital: será integrado, trazable y colaborativo. Y la preparación para ese futuro comienza hoy.
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